viernes, 16 de abril de 2010

Tonantzin - Guadalupe, otro símbolo de México

Revista de la UFCM, México 1937


…Fray Bernardino de Sahún explica en su Historia General de las Cosas de la Nueva España: “… y vienen ahora a visitar a esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como de antes; la cual devoción también es sospechosa porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente”. (Cita de Ignacio Manuel Altamirano)…


Matachines en Lagos de Moreno, Jalisco.


…Así, las fiestas en torno a la Virgen de Guadalupe comenzaron a ser, ya desde el siglo XVII, ostentosas, masivas y largas. En repetidas ocasiones, tanto cronistas como algunos eclesiásticos de aquellos siglos, sancionaron el enorme gasto que estas celebraciones significaban, pero a pesar de estas llamadas de atención, se continuó con el derroche…


Templo en la ex Hacienda de Dolores en San Felipe del Progreso, Estado de México.


… Las mercedes concedidas por parte de la “niña celestial” a la ciudad de México (y, para este entonces, al resto del territorio novohispano) eran muchas y muy claras. Sus habitantes, complacidos, luego de jurarla como patrona de la ciudad en 1737, la nombraron Patrona de toda la Nueva España en 1747.


Antigua Basílica de Guadalupe en la Villa de Guadalupe Hidalgo, Distrito Federal.


Fue en aquél año que se mandó a que en los calendarios eclesiásticos se señalara el 12 de diciembre como fiesta de precepto, “hasta que la Santa Sede Apostólica no conceda oficio y misa propios”. Benedicto XIV fue quién, en 1756, oficialmente sancionó estas peticiones, a la vez que otorgó los usos litúrgicos propios que se habían requerido para Guadalupe. Pero el culto comenzó a salir de México pues en 1743 se había producido la Real Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe de México, cuyo primer firmante fue el rey Felipe V de España.


Templo de Nuestro Señor de Araró en Araró, Michoacán.


El insigne pintor mexicano Miguel Cabrera realizó una copia directamente del ayate milagroso para ser mostrada al pontífice; cuenta la tradición que éste se emocionó hasta las lágrimas cuando la miró por primera vez, y preguntó si en verdad era así de bella. “Más todavía”, fue la respuesta de la comitiva mexicana que llevaba la copia del lienzo. El obispo de Roma exclamó que él mismo iría caminando de rodillas hasta su presencia, y añade que en verdad Non fecit taliter omni natione


Santuario del Señor del Hospital en Salamanca, Guanajuato.


…Por su parte, también en 1810, el virrey Francisco Javier Venegas criticó el uso de Nuestra Señora como estandarte, acto que calificó como “sacrílego”, por engañar a los posibles seguidores de la Independencia, a través del empleo de tan “sacrosanta imagen”. La inquisición hizo eco a la real indignación, más al menos con esto se demuestra la importancia que tal imagen tenía como factor de identificación social, sin importar filiación política.


Pintura en la exposición temporal del Museo de la Independencia en Dolores Hidalgo, Guanajuato.


Cuando los miembros de las tropas Insurgentes hicieron su entra en Cuautla, llevaron sobre sus sombreros la divina imagen “a guisa de símbolo protector”, tal y como casi un siglo más tarde lo harían los seguidores de Emiliano Zapata en tiempos de la Revolución.


Altar en la antigua fábrica de conservas La Fortaleza en Salamanca, Guanajuato.


A través de distintas instancias, la Guadalupana continuó siendo la “protectora” y la “madre” de los mexicanos, como lo mostró José María Morelos al referirse a su abrigo celestial en contra del mal uso que pudiera dársele a su imagen. No fue casualidad que el grito insurgente de la independencia apelara a la Guadalupana, como la madre que había llegado para quedarse en estas tierra, y a quien habría que recurrir en tiempos trágicos o frente a fuerzas políticas externas: “¡Viva la religión. Viva Nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América y muera el mal gobierno!”


Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.


En 1813, se convocó, a través de la figura de Morelos, la apertura de in congreso Nacional y ahí se declaró el 12 de diciembre como día de la “Patrona de nuestra libertad” en todos los pueblos del país. De virgen criolla había pasado a ser Virgen india y luego, Virgen libertadora. (El apelativo de “Virgen mestiza” es posterior al siglo XIX).


Matachines en Lagos de Moreno, Jalisco.


No podía faltar Agustín de Iturbide en rendirle sus honores y en 1822, a la Villa de Guadalupe le fue concedido el título de ciudad bajo el nombre de Guadalupe Hidalgo, nombre que no encontró mucho eco entre la población, pues se le siguió llamando “la Villa”, o “la Villa de Guadalupe”. Iturbide asimismo fundó la Orden Imperial de Guadalupe en la que se decretó que la fiesta en honor de la Virgen del Tepeyac seguía siendo “de tabla y corte”, o sea, solemne y obligatoria, como lo describe el historiador Ernesto de la Torre, lo propio hicieron Antonio López de Santa Anna, el emperador Maximiliano de Habsburgo, en fin, las grandes figuras de acontecer mexicano del siglo XIX. Sin embargo la visita oficial de este último al santuario del Tepeyac cerró el cielo de los gobernantes que, como parte de su agenda política, iban a rendirle tributo. Inclusive resulta importante enfatizar que las logias masónicas emplearon nombramientos referentes al suceso para diferenciarse unas de otras…


Barrio Alto en Acámbaro, Guanajuato.


Altar en el Trópico de Cáncer, Baja California Sur.


Barrio de Nativitas en Salamanca, Guanajuato.


Folleto de la exposición de Cuatro Siglos en el extinto Centro Cultural Arte Contemporáneo.


Una de las más fieles copias del lienzo original, se encuentra en el Santuario del Señor del Hospital en Salamanca, Guanajuato. Fue realizado por el maestro Candelario Rivas.


Todo el texto son extractos del libro: Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. María Cristina Camacho de la Torre. CONACULTA. México, 2001.



2 comentarios:

  1. Bien muy bien, si las fotos son de tu autoria tienes como fotografo una vision educada; Composicion estructurada, manejo del color, sentido de la oportunidad algo que Cartier Breson, manejaba muy bien, las imagenes cumplen no solo la mision de ilustrar.

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  2. Estimado Eduardo:

    Gracias por tu comentario, en efecto, todas las fotos son mias y el que incluyas en él el nombre de Cartier Breson me deja, absolutamente, sin palabras...

    Saludos

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